Fuera de concurso se proyectó un interesante largometraje, Joyeux Noel, del francés Christian Carone, coproducido entre Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica y Rumanía.
La cinta de Von Trier es la continuación de Dogville que no produce la sorpresa formal de la primera. Desde el punto de vista estético es muy parecida: un solo escenario con matices muy marcados de luz y sombra y unos decorados mínimos que por momentos nos hacen creer que estamos en un teatro.
La cinta, ambientada en el año 1933, se centra en el problema de la esclavitud o, mejor dicho, de las dificultades de salir de la rutina. El gángster y su hija, acompañados por los miembros de la banda, abandonan Dogville y atraviesan varios estados en busca de territorios idóneos para sus actividades delictivas.
En Alabama se detienen a comer frente a una plantación. Una negra llega corriendo y les pide ayuda. La hija del criminal baja y entra en la propiedad. Se encuentra con que todavía existe allí la esclavitud. Ella decide ayudar a los trabajadores y se queda con algunos guardaespaldas y un abogado de su padre para tratar de arreglar los problemas jurídicos que puedan surgir.
El problema que plantea la cinta es cómo se pasa de la esclavitud a la libertad y cuánto tiempo lleva ese proceso.
En este epílogo se describe una rebelión de esclavos ocurrida en Barbados en 1838, cuando un grupo de negros, recientemente liberados por la justicia, vuelven a su antiguo patrón y le proponen convertirse nuevamente en sus esclavos.
El hombre rechaza la idea -por escrúpulos, por miedo, porque respeta la justicia- y los negros lo matan, al igual que al resto de su familia.
Como en Dogville, la acción se desarrolla sobre un suelo blanco pintado en negro con los nombres de las calles, de los lugares de la plantación y de las habitaciones de los personajes.
History of Violence está basado en un cómic de John Wagner y Vince Locke. Como la adaptación ha sido prácticamente automática, sin ninguna elaboración, el resultado es una película esquemática, sin matices, superficial y tópica, pero con un ritmo vibrante.
Un padre de familia, al parecer apacible, es atacado por unos criminales. Los mata y poco después llegan los jefes de los difuntos para vengarlos. Al final, resulta que el supuesto padre bonachón formaba parte de la banda antiguamente y había escapado de esa vida para retomar el buen camino.
Es curioso que un director como Cronenberg, que realizó una película tan personal como Crash (1996), haya caído en convencionalismos tan groseros y burdos.
Joyeux Noel, en cambio, está basada en hechos reales y destila más emoción que los dos filmes que competían hoy juntos. La acción se desarrolla en la Navidad de 1914, durante la Primera Guerra Mundial, en el norte de Francia.
En medio de la nieve que cae, soldados franceses, escoceses y alemanes deciden confraternizar esa noche especial. La cinta está organizada bajo la sombra tutelar de una frase del famoso poeta británico Henry W. Longfellow: "Si pudiéramos leer la historia secreta de nuestros enemigos, encontraríamos en la vida de cada hombre una pena y un sufrimiento suficientes para desarmar toda hostilidad".
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